Islandia es un país sorprendente. En él encontramos glaciares, volcanes, desiertos, ríos, cascadas, burbujas volcánicas, fiordos, auroras boreales y una increíble fauna. Los amantes de la naturaleza y de la aventura tienen aquí su destino ideal. La conexión con la madre naturaleza es total.

Islandia es conocida como la tierra de hielo y fuego, su naturaleza salvaje ofrece experiencias únicas

Esta remota isla-país es conocida por la tierra del fuego y del hielo. Sus innumerables volcanes de extraños nombres y sus increíbles glaciares, hacen de este lugar uno de los destinos más deseados por los amantes de la naturaleza.

Su capital, Reykjavík, acoge a la mayoría de la población del país. No es muy grande, pero hay que visitarla. Su Puerto Viejo es uno de los lugares más animados de la ciudad. Sus distintos restaurantes ofrecen los mejores platos de la gastronomía islandesa.

A poca distancia de Reykjavík encontramos el Círculo Dorado, una de las rutas más concurridas del país. Se debe alquilar un vehículo o contratar algún tour, que nos llevará por la magnífica doble cascada de Gullfoos, el Valle de Haukadalur o el Parque Pingvellis. Esta experiencia es única.

Vídeo:

 

En el Valle de los Glaciares o de Haukadalur se pueden contemplar un espectáculo que nos sorprenderá, ver a un géiser en eurpción. Si tenemos un poco de suerte podremos disfrutar de una de las erupciones más espectaculares, la del Gran Géiser. En el año 2000 alcanzó una altura de 120 metros.

Los amantes del trekking pueden disfrutar de las rutas más increíbles del mundo. Landmannalaugar está situado dentro del Parque Natural de Fjallabak. Dentro del parque existen varios itinerarios. Nos trasladará a paisajes sacados de otro planeta. Los colores de la montaña, ríos, volcanes, lagos, … nos impresionará. Es un lugar único.

Sus cascadas son famosas, una de las más impresionantes es la de Seljalandsfoss, situada en la costa sur. Alcanza una altura de 65 metros y se puede cruzar por debajo. Es imprescindible llevar botas adecuadas y chubasquero.  Muy cerca está la cascada de Gljúfurárfoss, situada dentro de un pequeño cañón, con una altura de 40 metros.

Islandia es mucho más, estas son sólo unas pinceladas de la gran obra de arte que la naturaleza ha creado en este rincón del mundo. Para terminar no debemos olvidarnos de disfrutar de un baño termal. Sus aguas cálidas se encuentran por todo el país, uno de los más conocidos es El Lago Azul.

Finalmente si te ha resultado de interés este artículo de «Islandia, naturaleza de otro mundo», compártelo.

Viajaconaguere.com