Las ruinas mayas de la ciudad  de Tulum es una de las zonas arqueológicas más visitadas de la Riviera Maya. Su nombre maya es Zamá, cuyo significado es amanecer. Su increíble ubicación, a orillas del Mar Caribe, la hace el lugar perfecto para disfrutar de esta maravillosa cultura y de su increíble naturaleza.

La ciudad Maya de Tulum se encuentra en un lugar privilegiado, a orillas del Mar Caribe, rodeado de playas de arena blanca y aguas turquesa

Los conocimientos astronómicos de la cultura maya eran muy adelantados. El cosmos influía en todos los aspectos de su vida, incluida la situación de sus ciudades. La construcción de esta maravillosa ciudad se basó principalmente en los puntos cardinales y el antiguo patrón de los cinco puntos cósmicos, creando una ciudad perfecta para los dioses y para los hombres.

Llegar a esta ciudad amurallada es viajar en el tiempo. La construcción más importante es el edificio llamado “El Castillo”. Su finalidad era la de funcionar como faro. Es una de las construcciones más antiguas de Tulum. Sus elementos hacen referencia a Venus y al Sol. Su situación, sobre un acantilado, representa la verticalidad del universo, con planos superiores y el inframundo.

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Al ser una ciudad para los dioses, existen varios templos dedicados a ellos, como es el dedicado al Dios del Viento o al Dios Descendente. También destaca el Templo de los Frescos, en su interior se pueden observar varios frescos en sus muros, de tonos azules y grises.

Además de las ruinas, Tulum ofrece mucho más. Debemos recordar que éstas están dentro del Parque Nacional de Tulum. Esta Área Natural Protegida está en medio de una zona muy turística, pero es de los pocos reductos naturales de la zona que pretende preservar el entorno costero y terrestre.

En nuestra visita no debemos dejar de disfrutar en alguna de sus paradisiacas playas, como son Playa Las Palmas, Playa Xcacel, Playa Xpu-Ha, Playa Paraíso o Playa Pescadores. Su arena blanca y sus aguas cristalinas de color turquesa son el lugar ideal para relajarnos y conectar con la naturaleza.

Si queremos darnos un chapuzón en aguas más frescas debemos visitar alguno de los cenotes cercanos. El cenote Calavera nos maravillará con sus tres cavidades que le dan su nombre, que parecen dos ojos y la boca en forma de calavera. El Gran Cenote nos permite disfrutar de la naturaleza, nadando con tortugas y peces, todo en medio de la selva mexicana.

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