El Valle del Jerte se encuentra al norte de la bonita provincia de Cáceres, frontera con Ávila. Descubrirlo es adentrarte en una naturaleza única y exuberante, con pozas naturales e impresionantes cascadas. Y sobre todo su mayor atracción, los cerezos en flor.

Cualquier estación del año en ideal para visitar el Valle del Jerte, pero en primavera sus cerezos en flor inundan el paisaje con su explosión de color

Este increíble valle es conocido por sus cerezos en flor. En la época de primavera, entre marzo y abril, inundan el paisaje con unos colores únicos y brillantes. Es visitado cada año por miles de turistas. Pero el Valle del Jerte, Cáceres, es mucho más.

Para admirar y hacernos una idea de la belleza de este increíble lugar debemos visitar alguno de sus miradores, pero sin duda debemos subir al Mirador de la Memoria. Aquí obtendremos unas panorámicas únicas. Si madrugamos un poco podremos admirar la salida del sol, un momento impresionante.

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Sus empinadas laderas están plagadas de gargantas repletas de cascadas. El agua aquí es protagonista. La garganta de las Nogaledas es la más conocida. Se puede acceder a ella a través de una sencilla ruta de unos 4 kilómetros, que sigue la garganta. Nos encontraremos una tupida vegetación, piscinas naturales e impresionantes cascadas.

Sus pueblos medievales invitan a recorrerlos y conocer infinidad de rincones con historia. Uno de ellos es Tornavacas. Hace frontera con Ávila. Destaca el Puente Cimeno, que data de la época medieval. Sus valles empedradas son únicas, en la calle del Real de Abajo encontraremos la Casa de Carlos V, lugar donde se hospedó camino al Monasterio de Yuste.

Cabezuela del Valle es el pueblo medieval más importante de la zona. Posee un conjunto de casas que ha conservado hasta nuestros días su arquitectura tradicional. En el año 1998 fue declarado Conjunto Histórico Artístico.