En Huesca, Aragón, encontramos uno de los entornos naturales más impresionantes de nuestro país, El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La localidad de Torla es la puerta de entrada a este paraíso natural. El pueblo sigue conservando el encanto de la arquitectura tradicional pirenaica. El lugar ideal para disfrutar de la naturaleza.

La localidad de Torla, Huesca, es la puerta de entrada a uno de los rincones naturales mas impresionantes de nuestro país, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los destinos más deseados para los amantes de la naturaleza y del deporte al aire libre. Fue declarado Reserva de la Biosfera en el año 1988 y Patrimonio de la Humanidad en 1997. Los apasionados del senderismo encuentran en este parque nacional numerosas rutas con distintos niveles de dificultad. 

El punto de entrada a este Parque es la localidad de Torla. Sorprende su belleza y riqueza cultural. Sigue conservando la arquitectura tradicional pirenaica, con casas con tejados de pizarra, grandes portones y típicas chimeneas. En primavera y verano sus fachadas se engalanan con vistosas flores de mil colores. No cabe duda que su entorno lo convierte en un pueblo de cuento, bañado por el río y rodeado grandes montañas.

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Su nombre viene desde la época medieval. Su nombre significa “torre”. Y es que donde hoy se ubican el castillo y la iglesia existió una torre defensiva destinada a defenderse de los invasores galos. Gracias a la valía de sus militares, en el siglo XVI le otorgaron el título de Villa.

Además de visitar el parque nacional, no nos podemos perder el centro histórico de la localidad. Respira historia y cultura a cada paso. Su aire medieval invita al paseo. Sus calles son estrechas y empinadas. Están plagadas de bonitas tiendas de artesanía. Se puede disfrutar de magníficas fachadas de casas solariegas con sus escudos familiares tallados en piedra. Todas estas calles desembocan en la Plaza Mayor, centro social de la villa.

Un edificio que destaca es su Iglesia Parroquial de San Salvador. Data del siglo XVI y está ubicada en un lugar único, en lo alto de un peñasco y con el pico Mondarruego de fondo. En su interior se puede visitar el Museo etnológico de Torla. También se puede visitar la Cripta de San Jorge, descubierta a finales del siglo pasado.

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Imagen de portada: Huesca La Magia

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