Saint Malo es una ciudad donde las historias de piratas se viven día a día. Sus calles empedradas, su puerto, sus imponentes murallas y sus impresionantes playas invitan a recorrerla, a conocer su historia. Sin duda es una de las ciudades más bonitas y animadas de Francia.

Saint Malo es una de las ciudades más bonitas de Bretaña, sus playas, callejuelas y murallas invitan a conocerla

Pasear por esta ciudad es adentrarse en historias de corsarios. Sus calles empedradas, el olor a mar y su intensa animación nos trasladarán a tiempos remotos. En los siglos XVI y XVII campaban a sus anchas los corsarios franceses. Los más famosos son Duguay-Trouin y Surcouf. Estos asaltaban buques mercantes con el permiso del Rey de Francia.

Su historia se plasma en sus calles y en su increíble muralla. Su patrimonio histórico es increíble. Fue una de las ciudades más prósperas de Francia. En la Segunda Guerra Mundial los bombardeos arrasaron con el 80% de su casco histórico, pero se reconstruyó luciendo en la actualidad el mismo esplendor de antaño.

Esta ciudad bretona vive de cara al mar. Sus increíbles mareas hacen que muchos de sus lugares de interés sean inaccesibles en marea alta. El mar ofrece paisajes distintos a cada momento. Sus playas son increíbles, pero con esta marea alta hace prácticamente imposible disfrutarlas.

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En nuestra visita no debemos dejar de pasear por sus imponentes murallas. Este magnífico sistema defensivo comenzó a edificarse en el siglo XII y fue perfeccionándose con el paso de los años. A lo largo de sus 2 kilómetros podemos admirar la Torre Bidouane, la mejor conservada, y otros bastiones defensivos.

Se puede decir de una de las imágenes emblemáticas de esta ciudad es el Faro Moles des Noires. Situado al final del rompeolas, se puede admirar desde lo alto de las murallas.

El Casco Antiguo, a pesar de haber sido reconstruido, luce el esplendor de siglos pasados. Es ideal para pasear, admirar sus edificios y disfrutar de sus animadas terrazas. Para acceder a la zona antigua tenemos 6 puertas. La más imponente es La Porte de Saint Vicent. Está decorada con los escudos de Bretaña y de Saint Malo.

Sus edificaciones más emblemáticas son la Catedral de San Vicente, restaurada y reabierta en el año 1978, y el Castillo de Saint Malo, que hoy en día alberga el Ayuntamiento y el Museo de Historia.

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