Situada en el corazón de la región de Puglia, en el extremo sureste de Italia, Lecce es una ciudad que enamora a primera vista por su elegancia arquitectónica, su ambiente cálido y su riquísimo legado histórico. Conocida como la “Florencia del Sur”, Lecce destaca por su particular estilo barroco leccese, una expresión artística única que se refleja en iglesias, palacios y monumentos labrados en una piedra dorada y blanda, característica de la zona.

Lecce es una ciudad que combina arte, historia, sol y hospitalidad, un destino perfecto para quien busca belleza sin multitudes, autenticidad del sur italiano y un patrimonio cultural inolvidable

El paseo por el centro histórico de Lecce es un viaje en el tiempo al corazón de la región de Puglia. Su monumento más emblemático es la Basílica de Santa Croce, una obra maestra del barroco del siglo XVII. Su fachada, rica en detalles escultóricos de figuras humanas, animales fantásticos y elementos vegetales, es un auténtico espectáculo visual. A poca distancia se encuentra la Piazza del Duomo, una de las plazas más hermosas de Italia, donde se alzan la Catedral de la Asunción, el Palacio Episcopal y el Campanario, formando un conjunto monumental de gran armonía.

Pero Lecce no es solo barroco. Sus raíces se remontan a la época romana, y prueba de ello es el anfiteatro romano, ubicado en la céntrica Piazza Sant’Oronzo, que aún conserva parte de sus gradas y estructuras originales. Esta plaza, dedicada al patrón de la ciudad, es uno de los puntos más animados y emblemáticos, rodeado de tiendas, cafés y edificios históricos.

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El carácter artístico de Lecce se manifiesta también en su artesanía. Es famosa por el trabajo del papel maché (cartapesta), con el que los artesanos locales elaboran figuras religiosas y decorativas que se pueden adquirir en los talleres del casco antiguo.

La vida cultural y social en Lecce es vibrante, especialmente en verano, cuando sus calles se llenan de conciertos, festivales y ferias. La ciudad combina perfectamente la serenidad de su pasado monumental con la vitalidad de su presente, impulsado también por la presencia de su universidad y por una creciente actividad turística.

En cuanto a gastronomía, Lecce y la región de Salento ofrecen una cocina sencilla pero sabrosa. Platos como la pitta di patate, la fave e cicoria (puré de habas con achicoria), las orecchiette con tomate y ricotta salada, o los dulces pasticciotti leccesi, son una auténtica delicia. Todo ello acompañado de vinos locales como el Negroamaro o el Primitivo.

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