Muchos visitantes que llegan a esta maravillosa ciudad, Edimburgo, se enamoran desde el primer instante. Es una ciudad llega de historias, leyendas y calles con una gran vida social. Su histórico casco antiguo contrasta con una ciudad vibrante, con una gran oferta de ocio y cultural.
Edimburgo, capital de Escocia, es una ciudad vibrante, llena de vida, sus calles adoquinadas invitan a conocerla, a descubrir cientos de rincones únicos
A pesar de ser una ciudad del norte de Europa, con frío extremo en invierno, es una ciudad con mucha vida en cualquier época del año. Recibe al visitante con alegría, con los brazos abiertos. Dominada por el impresionante castillo, la ciudad se divide en dos: la New Town y la Old Town.
Casi lo primero que hay que hacer al llegar es visitar su castillo a primera hora. Esta imponente fortaleza está construida en la Colina de Castle Hill, una roca de origen volcánico. Es el monumento más visitado de toda Escocia. Desde aquí se puede divisar toda la ciudad, sus vistas son únicas.
La Royal Mile es una calle totalmente adoquinada que atraviesa el casco antiguo. Su distancia es de aproximadamente de 2 kilómetros. Es una zona muy animada y con mucho ambiente. Podremos disfrutar de los pubs más importantes de la ciudad como el Deacon Brodie´s Tavern o The Wold´s End. Además, al estar en el casco antiguo está plagado de edificios históricos y antiguas iglesias.
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Visitar esta ciudad es retroceder al pasado, al siglo XVII. A lo largo de Royal Mile podemos visitar varios «closes». Estos callejones cubiertos nos conducen a otras callejuelas o a patios interiores. El más famoso es el Mary Kings Close, muy cerca de la Catedral de San Giles. Son un laberinto de callejones que durante siglos fueron olvidados. En la actualidad se pueden hacer visitas guiadas, no aptas para claustrofóbicos.
La Catedral de Sant Giles está dedicada al Patrón de Escocia. Es de estilo medieval y destaca su cúpula hueca en forma de corona real. Una curiosidad de esta Catedral son sus angelitos que tocan la gaita, quizás los únicos del mundo.
Hay un sinfín de lugares que no nos podemos perder, como el Palacio de Holyrood, Calton Hill, su magnífico Museo Nacional, Victoria Street, el pintoresco barrio de Dean Village, etc.
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