Muy cerca del pueblo de Prádena de la Sierra, en Segovia, encontramos la cueva más importante de la provincia. La Cueva de los Enebralejos tiene una gran importancia espeleológica y arqueológica. Hacia el año 1800 a.c. fue utilizada como necrópolis por los primeros pobladores de la Edad de Bronce.
La Cueva de los Enebralejos, en Segovia, podemos encontrar un increíble conjunto de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas, y un magnífico legado de la Edad de Bronce
A menos de 45 kilómetros de la ciudad de Segovia encontramos el pueblo de Prádena de la Sierra. Este pueblo ha guardado desde hace miles de años un gran tesoro natural e histórico, la Cueva de Enebralejos.
La cueva debe su nombre a la zona donde se encuentra, con gran cantidad de enebros o sabinas. Tiene una longitud de 3.670 metros, de estos 700 metros están acondicionados para su visita. Además, su entorno es excepcional, donde destaca el bosque de acebos más grande del Sistema Central.
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Durante la primera etapa de la Edad de Bronce en el cerro donde se ubica la cueva se asentaron los primeros pobladores. Éstos utilizaron la cueva como necrópolis. Se han encontrado en ella las tumbas sobre el suelo, con el ajuar correspondiente formado por vasijas de cerámicas, huesos y alimentos. Además, en las paredes y techos existen grabados y pinturas relacionadas con los rituales funerarios.
Desde la misma entrada a la cueva se pueden observar un gran conjunto de columnas, estalagmitas, estalactitas y coladas. La temperatura interior oscila de 11 a 14 gados, por lo que hay que ir con ropa cómoda y abrigadas. El fácil recorrido lo hace apto para ir con niños.
Asimismo, la visita no acaba aquí. En el exterior de la cueva se puede disfrutar de un parque arqueológico donde se recrea la vida hace unos 4000 años. También organizan talleres y actividades para los visitantes.
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Imagen de portada: PROdestur Segovia Turismo