Situada en la provincia de León, en plena confluencia del Camino de Santiago y la antigua Vía de la Plata, Astorga es una ciudad que combina historia milenaria, monumentalidad arquitectónica y una identidad cultural única. Sus raíces romanas, su importante papel medieval y su rica tradición gastronómica la convierten en uno de los destinos más cautivadores del noroeste de España.
Astorga es un lugar donde la historia se respira en cada rincón, donde la cultura jacobea y maragata se entrelazan, y donde la magia de la Navidad se vive a cada paso
El símbolo indiscutible de la ciudad es el Palacio Episcopal, diseñado por el genial arquitecto Antoni Gaudí. Construido a finales del siglo XIX, es una de las pocas obras del maestro catalán fuera de Cataluña y un ejemplo del modernismo adaptado al entorno leonés. Su aspecto casi de castillo neogótico, con torres puntiagudas y ventanales majestuosos, lo convierte en una de las principales joyas arquitectónicas de Castilla y León. Hoy alberga el Museo de los Caminos, dedicado al patrimonio jacobeo.
Junto al palacio se encuentra la Catedral de Santa María, iniciada en el siglo XV y finalizada en el XVIII, lo que explica la mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco que exhibe en su estructura. Su fachada principal, con una rica ornamentación escultórica, y su interior luminoso la convierten en una visita imprescindible.
El casco histórico de Astorga conserva el trazado romano y medieval, con calles estrechas, plazas llenas de vida y restos de murallas que evocan su pasado como ciudad fortificada. El Museo Romano, ubicado en la llamada Ergástula, muestra vestigios de la época en la que Asturica Augusta fue una próspera ciudad del Imperio romano.
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Astorga también es famosa por su gastronomía. Además de ser un enclave tradicional de cocido maragato —plato contundente servido en el curioso orden inverso de carnes, garbanzos y sopa—, la ciudad es célebre por sus dulces, especialmente las mantecadas de Astorga y el chocolate artesanal, que tiene incluso su propio museo.
En Navidad, la ciudad adquiere un aire aún más especial. Sus calles y monumentos se iluminan con luces festivas que realzan la belleza de su patrimonio. En la Plaza Mayor, dominada por el ayuntamiento barroco con su famoso reloj de autómatas maragatos, se instala un ambiente cálido y acogedor con mercadillos, conciertos y actividades tradicionales. El frío invernal de la meseta leonesa aporta un encanto único, haciendo que pasear por Astorga en estas fechas sea como adentrarse en un auténtico cuento navideño.
Astorga es, en definitiva, un lugar donde la historia se respira en cada rincón, donde la cultura jacobea y maragata se entrelazan, y donde la magia de la Navidad transforma su ya de por sí extraordinario patrimonio en un escenario inolvidable. Una joya leonesa que combina tradición, monumentalidad y espíritu festivo.
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