Oviedo, capital del Principado de Asturias, es una ciudad que cautiva por su elegancia, su historia milenaria y su vibrante vida cultural. Fundada en el siglo VIII, Oviedo ha sabido conservar su esencia medieval a la vez que se adapta a los nuevos tiempos, ofreciendo a sus visitantes una experiencia inolvidable.
Oviedo es una ciudad donde cada piedra cuenta una historia y donde tradición y modernidad se entrelazan para crear una experiencia única e inolvidable
Uno de los mayores atractivos de Oviedo es su casco antiguo, un laberinto de calles peatonales repletas de historia. En su centro se alza la majestuosa Catedral de San Salvador, una joya del gótico flamígero. Este templo no solo destaca por su belleza arquitectónica, sino también por albergar la Cámara Santa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que guarda reliquias de gran valor histórico y espiritual.
Muy cerca, el visitante puede descubrir plazas llenas de vida como la Plaza del Fontán, con sus coloridas fachadas y su animado mercado tradicional, y la Plaza de la Constitución, donde se encuentran edificios históricos como el Ayuntamiento. También merece una visita la Universidad de Oviedo, fundada en 1608, que añade al ambiente una nota de prestigio académico y cultural.
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Oviedo respira arte en cada rincón. A lo largo de la ciudad, esculturas contemporáneas de artistas como Eduardo Úrculo y Salvador Dalí salpican calles y parques. Especialmente emblemática es la estatua de “La Regenta”, ubicada frente a la catedral, en homenaje a la célebre novela de Leopoldo Alas “Clarín”, ambientada en la propia ciudad.
En cuanto a su patrimonio prerrománico, Oviedo es única. Lugares como Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, situados en el Monte Naranco, son obras maestras de este estilo artístico, también reconocidas por la UNESCO. Estos pequeños templos, construidos en el siglo IX, ofrecen no solo un viaje al pasado, sino también unas vistas espectaculares de la ciudad y de las montañas asturianas.
Además, Oviedo es una ciudad que se vive en la calle. Sus parques, como el Campo de San Francisco, ofrecen espacios verdes para pasear y relajarse. Su gastronomía invita a disfrutar desde un reconfortante plato de fabada en una sidrería tradicional hasta la sofisticación de restaurantes de alta cocina.
Finalmente, destaca la hospitalidad de sus habitantes, que reciben a los visitantes con una sonrisa y con el orgullo de compartir su ciudad. No en vano, Oviedo es también punto clave en el Camino de Santiago, lo que la convierte en un lugar de encuentro de peregrinos de todo el mundo.
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