Situada a orillas del majestuoso río Danubio, Novi Sad es la segunda ciudad más importante de Serbia y una joya del norte del país. Capital de la región autónoma de Voivodina, combina un rico pasado histórico con una vibrante vida cultural y una notable hospitalidad que enamora a quienes la visitan. Conocida como la “Atenas serbia” por su papel en el desarrollo cultural e intelectual del país, Novi Sad es hoy un destino turístico en auge.
La ciudad de Novi Sad, en Serbia, ofrece el equilibrio perfecto entre la historia, la cultura y el relax, la escapada perfecta para disfrutar de un ambiente único
Uno de sus mayores atractivos es la fortaleza de Petrovaradin, también conocida como el “Gibraltar del Danubio”. Esta impresionante construcción del siglo XVII ofrece vistas panorámicas de la ciudad y alberga túneles subterráneos, museos, galerías y pequeños cafés que invitan a descubrir su historia. En sus explanadas se celebra cada verano el famoso festival EXIT, uno de los eventos musicales más importantes de Europa, que atrae a miles de jóvenes de todo el mundo.
El corazón de Novi Sad es su centro histórico, donde se alzan elegantes edificios de arquitectura austrohúngara, como el Ayuntamiento y la Iglesia del Nombre de María, con su imponente torre neogótica. Pasear por la calle peatonal Zmaj Jovina, llena de tiendas, terrazas y músicos callejeros, es una experiencia imprescindible. Muy cerca se encuentra la Plaza de la Libertad, punto de encuentro tanto para locales como visitantes.
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La ciudad también alberga una vibrante escena cultural. El Museo de Voivodina y la Galería de Matica Srpska conservan valiosas colecciones de arte e historia regional, mientras que sus teatros y salas de conciertos ofrecen una agenda activa durante todo el año. Novi Sad fue elegida Capital Europea de la Cultura 2022, un reconocimiento a su dinamismo artístico y multicultural.
En cuanto a gastronomía, la ciudad refleja su diversidad étnica con una cocina rica y sabrosa. Entre los platos típicos destacan el ćevapi (carne a la parrilla), el sarma (rollos de col rellenos) y postres como el kolač y la pita dulce. Además, la cercanía con la región vinícola de Fruška Gora permite disfrutar de excelentes vinos locales.
Rodeada de naturaleza, con parques, playas fluviales y colinas verdes, Novi Sad ofrece un equilibrio perfecto entre historia, cultura y relajación. Ya sea para una escapada cultural o para disfrutar de su ambiente festivo, esta ciudad serbia sorprende por su encanto auténtico y su espíritu acogedor.
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