La Isla de San Miguel es la isla principal del archipiélago de Las Azores, en Portugal. En medio del Océano Atlántico encontramos este vergel repleto de innumerables atractivos naturales. Sus volcanes, cascadas, lagos, playas, piscinas volcánicas de aguas termales, bosques, etc. atrapan a los amantes de la naturaleza.
Las Isla de San Miguel, archipiélago de Azores, es un paraíso repleto de rincones naturales únicos
Este maravilloso archipiélago enamora desde el primer momento. Su maravillosa naturaleza está repleta de vivos colores: el verde de sus bosques, el azul de su mar y cielo, el turquesa de sus lagos, y mil colores más de su maravillosa flora. Esta isla, Sao Miguel, es la más completa de las nueve que conforman el archipiélago.
Su capital es Ponta Delgada. Esta ciudad está repleta de callejuelas con un toque bohemio. Vale la pena pasear por ellas. En este lugar encontramos varios jardines botánicos, como el de Jose Do Canto. También se puede visitar la Gruta do Carva, que son unas cuevas subterráneas.
Un imprescindible en la vista a la isla es el pueblo de Sete Cidades. Es el lugar más emblemático. Tiene muchos atractivos, pero destacan sus lagos, el verde y el azul. Para tomar las mejores fotografías de este magnífico rincón se debe visitar el Mirador del Rey o el Mirador de la Boca del Infierno. Para disfrutar más aún de este lugar se puede hacer una sencilla ruta de senderismo que parte desde la zona este del cráter hasta llegar al pueblo. Son 11 kilómetro repletos de maravillosas vistas y rincones naturales.
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En la zona sur de la isla encontramos Ponta do Ferraria. Es una bonita cala con aguas termales. En esta cala de mar existe un tubo volcánico que hace que el agua del mar se caliente. Disfrutar del atardecer en este lugar es mágico. Si queremos disfrutar de aguas termales en el interior de la isla se debe visitar Caldeira Velha, con unas magníficas piscinas naturales en plena naturaleza.
Existe un sinfín de lugares más que visitar, porque esta isla es impresionante. Destacan las maravillosas cascadas del Salto do Prego o la de Salto do Cabrito; sus plantaciones de té o de piñas tropicales; sus lagos de color turquesa; la naturaleza salvaje de sus volcanes como el pueblo de Furnas; etc.
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