La Costa Amalfitana es uno de los principales destinos turísticos de Italia. La isla de Ischia se encuentra en su corazón, a menos de 30 kilómetros de Nápoles. Este paraíso ha estado eclipsado durante años por la elegante isla de Capri. Pero no tiene nada que envidiarle: playas, acantilados, bellos edificios, manantiales, fuentes termales, …

La Isla de Ischia, en el corazón de la Costa Amalfitana, es uno de los rincones más bellos del Golfo de Nápoles

A menos de 30 kilómetros de Nápoles, en el Mar Tirreno, encontramos este verdadero paraíso. Durante muchos años ha estado oculta, eclipsada por la bonita isla de Capri. Esto ha hecho que se mantenga su esencia más pura.

Esta isla es de origen volcánico. Esto se refleja en la arena sus increíbles playas y en sus fuentes termales. De hecho, es conocida por sus fabulosos balnearios de aguas termales. El Monte Epomeo, volcán de 800 metros de altura, es el responsable de esta maravilla natural.

Un lugar imprescindible que debemos visitar es el Castillo Aragonés. Construido en un islote, conecta con el resto de la isla a través de un puente. En el siglo XIII el Rey Alfonso V de Aragón construyó la edificación que se puede visitar hoy en día. Desde lo alto de la fortaleza se pueden obtener las mejores panorámicas del Golfo de Nápoles.

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El pueblo de Sant’ Angelo está situado en la costa. Vale la pena pasear por él y disfrutar de sus bonitas casas color pastel y azulejos decorativos. Es una zona muy glamurosa, con tiendas exclusivas y magníficos restaurantes.

Sus playas son otro símbolo de la isla. Destacan la Chaia de Forio, muy familiar y cómoda; la de Maronti, donde confluyen varias termas con fumarolas; la Playa de los Ingleses, de arena muy fina y poco concurrida; o la Playa de Scannella, de aguas increíblemente cristalinas ideal para practicar buceo.

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