Conocida como el “museo sin muros”, Gyeongju fue la capital del reino de Silla durante casi mil años (57 a.C.–935 d.C.) y es una de las ciudades más fascinantes de Corea del Sur. Su paisaje está salpicado de templos, tumbas reales, palacios antiguos y montañas sagradas, testimonio vivo de su glorioso pasado.
Gyeongju, la ciudad histórica de Corea del Sur, deslumbra con su arquitectura antigua, templos majestuosos y paisajes naturales de belleza impresionante y serena
Uno de los sitios más emblemáticos es el Templo Bulguksa, Patrimonio de la Humanidad, que representa el arte budista de la dinastía Silla. Muy cerca se encuentra la gruta Seokguram, con una majestuosa estatua de Buda en meditación, rodeada de tallas que simbolizan la armonía entre el hombre y el universo.
El parque Tumuli contiene tumbas reales en forma de colinas cubiertas de césped. El Observatorio Cheomseongdae, el más antiguo de Asia, muestra el desarrollo astronómico del reino. El lago Anapji, construido en el siglo VII, es un lugar mágico para pasear al atardecer, rodeado de pabellones reconstruidos y jardines tranquilos.
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Gyeongju también es rica en cultura contemporánea. El museo nacional alberga piezas únicas del arte de Silla, mientras que sus calles combinan casas hanok tradicionales, cafeterías modernas y mercados con delicias locales como el ssambap (arroz con vegetales envueltos en hojas) y dulces de arroz.
La ciudad mantiene un ambiente sereno y espiritual. A diferencia de Seúl o Busan, en Gyeongju el tiempo parece fluir más lento, lo que permite conectar con la historia, la naturaleza y el alma coreana. Es un destino imprescindible para quienes desean explorar la esencia cultural de Corea del Sur.
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