Fez, una de las ciudades más fascinantes de Marruecos, es un destino que transporta a los visitantes a otra época. Con su historia milenaria, su vibrante cultura y su impresionante arquitectura, esta ciudad imperial es considerada el corazón espiritual y cultural del país. Fundada en el siglo VIII, Fez ha sido durante siglos un importante centro de conocimiento, arte y comercio en el mundo islámico.

Visitar Fez es sumergirse en la esencia de Marruecos, un lugar donde la historia, la cultura y la belleza se entrelazan en cada rincón

Fez fue fundada en el año 789 por Idrís I, líder de la dinastía idrisí, y creció rápidamente bajo el gobierno de su hijo, Idrís II. Durante la Edad Media, la ciudad se convirtió en un epicentro del conocimiento, albergando la Universidad de Al Qarawiyyin, considerada la universidad en funcionamiento más antigua del mundo. A lo largo de los siglos, Fez ha sido influenciada por diversas civilizaciones, incluyendo árabes, bereberes, andalusíes y otomanos, lo que ha enriquecido su patrimonio cultural.

Uno de los mayores atractivos de Fez es su medina, Fes el-Bali, un laberinto de calles estrechas, zocos vibrantes y majestuosas madrazas. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las zonas urbanas medievales mejor conservadas del mundo. En su interior se pueden encontrar impresionantes monumentos como la Mezquita de Qarawiyyin, la Madraza Bou Inania y la Fuente Nejjarine, ejemplos extraordinarios de la arquitectura islámica.

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Otro lugar emblemático es el barrio de los curtidores, donde se produce cuero de manera artesanal siguiendo métodos tradicionales. Desde las terrazas de los talleres, los visitantes pueden observar el proceso de teñido de las pieles en enormes cubas de colores vibrantes.

Fuera de la medina, el Palacio Real de Fez, con sus impresionantes puertas de bronce decoradas con mosaicos, es una joya arquitectónica que refleja la grandeza de la dinastía alauí. También es recomendable visitar Borj Nord, una antigua fortaleza desde donde se obtiene una vista panorámica inigualable de la ciudad.

Fez es una ciudad que cautiva por su autenticidad y misticismo. Sus mercados, llenos de especias, artesanías y telas, despiertan los sentidos con sus aromas y colores. Sus calles adoquinadas y riads tradicionales, con patios decorados con mosaicos y fuentes, evocan una atmósfera de cuento de hadas.

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