La ciudadela medieval de Carcassonne está situada al sur de Francia. Es uno de los lugares turísticos más visitados del país galo. Su ambiente especial y romántico invita a la leyenda de caballeros y damas. Ha sido escenario de innumerables películas, como Juana de Arco o Robin Hood.
Carcassonne, situada al sur de Francia, es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa
Esta maravilla histórica fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año en el año 1997. Es uno de los lugares más visitados de Francia y no nos extraña. Sus increíbles construcciones, callejuelas, murallas, etc. maravillan al visitante.
Asimismo, la ciudad está divida en dos por el río Aude. Está poblada desde la época de los celtas, fundando un castro llamado Carcasso. Posteriormente llegaron romanos, árabes hasta llegar la familia que fundó Carcassonne, la familia de los Trencavel en el siglo XII. A partir de aquí se convirtió en una ciudadela donde nació la propia lengua de Occitania, d’Oc.
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La ciudad fue desmoronándose durante siglos, hasta que en el XIX el arquitecto Viollet-le Duc y el novelista Prosper Mérimée evitaron su demolición y comenzaron con el plan de reconstrucción, que es tal y como la conocemos en la actualidad.
En La Cité, situada en la zona alta de la ciudad, disfrutaremos de una gran fortaleza con doble muralla, magníficas torres y matacanes. Parece sacada de un cuento de hadas. Para adentrarnos en la ciudadela atravesaremos su puerta principal llamada “La Porte Narbonnaise”. Esta puerta está custodiada por dos grandes torres y cuenta con foso y puente levadizo.
Dentro del recinto nos encontraremos con Las Lizas, que son grandes explanadas donde se celebraban los torneos o donde los caballeros practicaban el tiro al arco. Sus calle y callejuelas nos transportarán a épocas pasadas. Nos conducen a pequeñas plazas con sus pozos y antiguas casas.
El castillo Condal fue construido por la familia Trencavel en el siglo XVII. Con el paso de los siglo ha sido rehabilitado y modificado, pero aún desprende el poder de los señores feudales. En el podemos visitar el Museo Lapidario, con decoraciones, grabados y piedras originales.
Pero si hay algo que destaca de esta magnífica ciudad es su muralla con sus imponentes 48 torres. Se dice que donde más se disfruta de las mejores panorámicas de la ciudad es desde las afueras. En la zona sur se puede disfrutar de sus increíbles viñedos con la estampa de la ciudad al fondo, sin duda una maravilla.
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